LA BOHEME
OPERA DE GIACOMO PUCCINI –
LIBRETTO DE GIUSEPPE GIACOSA Y LUIGI ILLICA
BASADO EN LA OBRA DE HENRI MURGER
DIRECCION MUSICAL JOSEPH COLANERI
REGIE STEFANO TRESPIDI
ESCENOGRAFIA E ILUMINACION ENRIQUE BORDOLINI
VESTUARIO IMME MULLER
DIRECTOR DEL CORO MIGUEL MARTINEZ
DIRECTOR DEL CORO DE NIÑOS CESAR BUSTAMANTE
TEATRO COLON
LA BOHEME Es una de mis Operas favoritas de todo los
tiempos. Y motivos no me faltan para ello porque es una auténtica obra maestra
donde Puccini logró una perfecta fusión de la palabra con la música, lo cual
unido a la belleza y el intenso dramatismo de su texto, y la riqueza melódica
inagotable de la partitura produce un verdadero milagro de emoción y belleza.
Es no obstante una Opera abusada, de la cual se presentan
versiones con demasiada frecuencia y confieso que debido a ello no fue con
mucho entusiasmo que fui a la Sala del Colón a ver la función del abono
vespertino de esta tarde, confiante sin embargo en que el texto maravilloso de
Puccini, si la versión resultaba razonable volviera a captar mi sensibilidad y volviera
a emocionarme como toda vez que veo esta Opera.
Me parecía un mal uso de los fondos del Colñón presentar
este título tan trillado últimamente en Buenos Aires en una versión que en el
papel no resultaba demasiado superior a lo que se había visto en otros teatros
de la región.
Felizmente estaba equivocado.
En primer lugar porque la puesta en escena es
realmente espectacular, con escenografías que no desmerecerían en la comparación
por ejemplo con la notable puesta de Zeffirelli para el Met que tanto la ha
rendido a dicho teatro en las sucesivas reposiciones, y que cabe esperar sea
bien utilizada por el Colon en vez de apolillarse inusada en algún depósito
municipal.
Gran escenografía, bellísimos vestuarios y una excelente
iluminación.
Felizmente en este marco se llevó adelante una puesta
teatralmente excelente en un gran trabajo de regie brillante en las escenas de
conjunto ( la del café Momus fue notable por el inteligente manejo de la
verdadera multidud de coristas, coristas infantiles y figurantes movidos con
gran lógica teatral, que hasta incluyó un par de cuadros estáticos para realzar
la escena de los solistas sin dividir la atención del espectador ) y por el
siempre atento y creativo manejo de los intérpretes solistas con marcaciones
tan eficaces en las escenas de comedia iniciales como cuando se instala la tragedia.
Un par de situaciones hubo si en que la marcación chocó con la necesidad de los
cantantes de tener un cierto grado de estabilidad física para cantar, como fue
el caso del final en que la soprano tuvo que cantar varias frases mientras era
cargada por el barítono y el tenor luego de desmayarse, una marcación riesgosa
pero que felizmente no se tradujo en ningún accidente vocal.
En lo musical un cuidado trabajo del Maestro Claneri
al cual yo solo le criticaría una cierta tendencia hacia los tempi lentos que
en algunos momentos complicó el desempeño de los cantantes.
Gran trabajo del coro, la orquesta y sobre todo del
coro de niños, con un gran despliegue vocal y escénico.
Excelente trabajo del gran LUIS GAETA como Benoit, de Victor Castells
como Alcindoro y SERGIO SPINA como
PARPIGNOL en los papeles menores.
Entre los solistas principales FERNANDO GRASSI
ratificó como Schaunard toda la solvencia vocal y escénica que viene mostrando
en papeles de mayor compromiso en los teatros del off. CARLOS ESQUIVEL fue un Colline de generosa voz, con algunas notas
de impacto en la zona grave, pero principalmente su mayor logro fue encontrar
el punto de equilibrio dramático adecuado para la bella aria VECCHIA ZIMARRA
que a veces es abusada por los intérpretes insuflándole un grado de dramatismo
exagerado para su contenido. Gran versión.
JACEQUELINE LIVBIERI en perfecto dominio vocal del
papel de Musetta aprovechó esa tranquilidad vocal para dar un auténtico show de
teatro en el café Momus, y transitó con igual eficacia las aguas dramáticas del
último acto.
FABIAN VELOZ con una voz absolutamente generosa y
dominante como era de esperarse, deslumbró y asombró como actor sacando a luz recursos
expresivos que no había hasta ahora
tenido oportunidad de explayar en esta medida. Jovialidad juventud y
agilidad en las escenas de comedia, fuerza dramática en las escenas trágicas
del final .En todo momento concentrado en su personaje y obteniendo magníficas
contraescenas. Me siento tentado de decir que es el mejor trabajo que le he
visto hasta el presente, una evidencia además del proceso de maduración de este
gran intérprete que apunta hacia un futuro muy alto.
Gratísima sorpresa el tenor brasileño ATALLA AYAN, un
tenor brasileño de carrera importante en Europa y EEUU. Ya ha cantado en varios
de los principales teatros del mundo siempre en un repertorio liviano en el
cual Rodolfo y el Duque de Mantua son hasta ahora lo más pesado que ha interpretado.
Tiene una voz que no es de esas que hacen temblar las
paredes de los teatros, ni lo necesita para este repertorio. Se lo oye
cómodamente en una sala del porte del Colón, inclusive en los conjuntos, y el
timbre es realmente bellísimo. Disfruta además de una muy buena extensión que
hizo que muchas notas graves que rara vez se oyen en las representaciones aquí
afloraran con facilidad, y un luminoso, expansivo registro agudo. Es además una
actor notable y para rematar tiene la auténtica figura de un galán.. Yo siempre
digo que si en el final de LA
BOHEME el espectador no llora es
que algo anduvo mal. Con este tenor no fue necesario llegar a la escena final
para comenzar a llorar, tal su fuerza expresiva.
MARIANA ORTIZ es una muy buena soprano venezolana que
está comenzando a despegar. Es una buena actriz y posee una voz amplia que le
permite cantar con solvencia y seguridad la parte. Fue una Mimi irreprochable,
aunque yo diría que me gustaron más sus interpretaciones de LIU Y VIOLETTA VALERY
cuando las hizo en el SODRE-
Que valentía la suya de venir a un país conducido por un régimnen autoritario. Porque no comenta las operas que se dan el Teresa Carreno? Que? no hay temporada de operas en un país con un gobirno progresista como de el de Venezuela? Ahora entiendo porque hay tantos venezolanos viviendo en la "dictadura" de Argentina. Prefieren sufrir los embates de un gorbirno totaliario pero no perderse una témporada de ópera.
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